“Sorprende la insensatez e imprudencia por parte del presidente de Renfe al plantear que se impongan peajes en las autovías para fomentar su transvase al ferrocarril, teniendo en cuenta la situación de “beneficios” fiscales de los que ha disfrutado la compañía pública, y que en la actualidad se mantienen, permitiéndole competir de forma privilegiada con el resto de modos de transporte”, dicen desde Fenadismer.
“Así, a diferencia del carburante que consumen los coches, camiones y autobuses, cuya fiscalidad permite a las arcas públicas recaudar en torno a 15.000 millones de euros anuales, por el contrario, las locomotoras de Renfe tienen una bonificación del 100 por cien del impuesto en el carburante que consumen, esto es, pagan 0 euros de impuestos al Estado”, añaden.
En opinión de Fenadismer, “dicho trato preferente al sector ferroviario por parte de las Administraciones Públicas, que se viene produciendo históricamente en detrimento de otros sectores, también se han puesto de relieve con ocasión de las ayudas que el Gobierno aprobó el pasado mes de marzo para ayudar a los diferentes sectores económicos afectados por el impacto de las subida de los carburantes por la guerra de Ucrania: así, frente a la ayuda de hasta 1250 euros por camión que se concedió a los transportistas por carretera, en el caso de las compañías ferroviarias las ayudas se elevaron hasta los 15.000 euros por cada locomotora de tracción diésel”.