El fallo del Tribunal Supremo contribuye a la desordenación del sector del transporte ligero y a cronificar su intrusismo, precarizando la actividad profesional. Fenadismer respeta el contenido de la sentencia pero señala que supone una desregulación absoluta del sector del transporte ligero permitiendo que taxis y VTCs puedan transportar libremente todo tipo de mercancías en sus coches.