Aunque los efectos de la pandemia han disminuido en la mayor parte del mundo, han aparecido otros vientos en contra que se han reforzado en el segundo trimestre. La inflación se ha acelerado bruscamente por causas como la guerra en Ucrania, las sanciones contra Rusia, las restricciones de Covid en China y las actuales interrupciones de la cadena de suministro, asegura JLL en su “Índice de Transparencia Inmobiliaria Global 2022”.
“Esto ha desencadenado un ciclo de políticas más duras por parte de los bancos centrales. Todo ello está contribuyendo a aumentar la incertidumbre y a frenar el sentimiento de los inversores”, dice el Índice.
Los procesos de toma de decisiones se están alargando a medida que los ocupantes adoptan un enfoque de «esperar y ver». Como nota positiva, el mercado laboral sigue funcionando con fuerza y la demanda reprimida por la pandemia sigue contribuyendo a mantener la actividad. Para los inversores, el creciente coste de la deuda y la inflación están afectando a la dinámica de precios y ofertas en todo el mundo.
En el sector logístico, la demanda siguió pisando fuerte y se está ampliando a medida que los inquilinos relacionados con el comercio electrónico desempeñan un papel menos dominante en el mercado.
La actividad de alquiler en el sector retail ha sido sólida en muchos mercados maduros, a pesar de las débiles predicciones sobre el volumen de las ventas y el aumento de los costes.
Los inversores, en una nueva fase de búsqueda de precios
A mediados del año, el impacto de la coyuntura económica y de la subida de los tipos de interés se siente globalmente en los mercados de capitales, lo que se refleja en un criterio más selectivo por parte de los inversores y en la ralentización del ritmo de crecimiento en los mercados de inversión directa. Durante esta nueva fase de descubrimiento de precios, la brecha entre oferta y demanda se está ampliando en el mercado de transacciones y la intensidad de las ofertas se está moderando.
Dicho esto, los vientos de cola que apoyan a los activos inmobiliarios siguen soplando a favor y no hay falta de liquidez en los mercados de acciones o de deuda. Los mercados de deuda son líquidos, pero más cautelosos a raíz de un mayor escrutinio de los supuestos de suscripción.
De cara al futuro, los cambios en los tipos de interés introducirán una nueva búsqueda de precios en los mercados. Sin embargo, se espera que la continua profundidad y diversidad de prestamistas e inversores mitigue el riesgo de un impacto más profundo y prolongado en los flujos de capital en el sector inmobiliario.