La presión realizada durante las últimas semanas por las asociaciones catalanas de transportistas, así como el calendario de movilizaciones anunciado por éstas, ha obligado finalmente a la Autoridad Metropolitana de Barcelona a ceder.
La presión realizada durante las últimas semanas por las asociaciones catalanas de transportistas, así como el calendario de movilizaciones anunciado por éstas, ha obligado finalmente a la Autoridad Metropolitana de Barcelona a ceder.