¿Qué están dispuestos a comer los españoles en beneficio del planeta?

La crisis climática y las consecuencias que tiene para el planeta y para nuestro futuro y el de las próximas generaciones ha calado en todos los ámbitos de nuestro país a nivel institucional, empresarial y entre la ciudadanía. Por eso, este año el VIII Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias ha querido analizar hasta qué punto la sostenibilidad se ha instalado en nuestro día a día. En ediciones anteriores, el estudio mostraba una clara tendencia de la población española a cambiar de hábitos en favor de una dieta más saludable. En esta ocasión, se ha querido ir más allá y comprobar si hoy los españoles llevan una alimentación más saludable para ellos y también para el planeta. Casi el 60% de los encuestados comería con mayor frecuencia alternativas vegetales para llevar una alimentación más sostenible, el 22% incorporaría carne de laboratorio y hasta el 19%, insectos Los datos revelan que hay una mayor conciencia de que alimentación y sostenibilidad están relacionadas. De hecho, el 80% de los encuestados piensa que lo que come repercute directamente en el medioambiente, el 16% no lo tiene muy claro y solo el 4% cree que no hay relación alguna. En esta línea, el número de personas que han reducido el consumo de proteína animal en favor de la vegetal ha seguido aumentando año tras año. El flexitarianismo ha pasado de ser una tendencia a una realidad al alza en nuestro país. De hecho, el 21% de los españoles ya se considera flexitariano; 4 puntos más que hace 4 años. «Las cifras muestran que estamos en el inicio del cambio. Cada vez son más los que se suman a una dieta más verde y no solo por cuestiones nutricionales. Aunque la primera razón para cambiar los hábitos alimentarios sigue siendo la salud y más en un momento tan sensible como el que estamos viviendo debido a la pandemia, el segundo motivo es la sostenibilidad. Más del 47 % de los encuestados sitúa el bienestar del planeta como la segunda razón de peso para haber modificado o estar dispuesto a modificar sus hábitos alimentarios y esta es, sin duda, una cifra muy contundente», destaca Laura González, responsable de Nutrición de Nestlé España. Una mesa cada día más veggie En esta línea, el 40% de los hogares españoles asegura que ya ha incorporado de forma regular productos sustitutivos de la carne y cerca del 50%, bebidas vegetales. Además, 4 de cada 10 apunta que los incorporaría con mayor frecuencia si hubiera más disponibilidad en los puntos de venta habituales. Los productos sustitutivos de la carne y las bebidas vegetales ya están presentes en más del 40% de los hogares de forma regular y, según dicen los españoles, comprarían más si hubiera más disponibilidad en tiendas Por edades, los jóvenes, tanto hombres como mujeres, son los que más consumen alternativas vegetales a la carne y a la leche. En concreto, más del 76% de los encuestados de entre 20 y 30 años afirma consumirlas. En la franja de los 50 a los 70 años, este porcentaje se sitúa en torno al 55 %. «Las cifras muestran un avance claro, pero es cierto que todavía 6 de cada 10 no ha integrado alternativas vegetales en su día a día. Por eso, es conveniente hacer más pedagogía y mostrar con ejemplos, como nuestra herramienta Menú Planner, que hay múltiples maneras de preparar menús veggies, saludables y sin renunciar al sabor ni al placer de cocinar», explica Laura González. Insectos sí, pero sin que se noten Preguntados por qué alimentos estarían dispuestos a comer en beneficio del planeta, el Observatorio Nestlé muestra que casi el 60% de los españoles optaría por alternativas vegetales con mayor frecuencia para llevar una dieta más respetuosa con el planeta. Hasta el 22% estaría dispuesto a incluir en su mesa carne de laboratorio ─la que no proviene directamente del animal sino de sus células extraídas y cultivadas en un laboratorio─ y el 19%, se atrevería incluso a comer insectos. Precisamente, casi un cuarto de los españoles reconoce haber consumido insectos en alguna ocasión y de estos, más de la mitad repetiría. Sin embargo, los que no los han probado muestran poca predisposición a hacerlo. No obstante, y a la hora de pensar en qué formatos estarían dispuestos a consumirlos, la mayoría, el 35,9%, los comería camuflados como un ingrediente más del producto o de la receta y sin que se note. En segundo lugar, el 16,4% los utilizaría como una alternativa a la harina para preparar rebozados o pasteles y en tercera posición, el 13,6% lo incluiría en su dieta a modo de snack crujiente.

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