La escalada de precios que ha encarecido de forma notable la cesta de la compra en España desde principios de año, auspiciada por los costes de logística, transporte y combustible, no ha sido homogénea en el mundo de las marcas. Mientras que las de fabricante o comerciales tomaron la iniciativa a la hora de repercutir estos incrementos en su precio de venta final, las marcas blancas o de distribuidor reaccionaron de forma más lenta.