La Unión Europea de Transportistas por Carretera, UETR, en la que está integrada Fenadismer, considera la iniciativa de la Comisión Europea sobre la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente un instrumento clave para abordar una serie de desafíos actuales y futuros para el transporte por carretera en los próximos años, en el contexto más amplio del Pacto Verde de la UE. Sin embargo, a su juicio la pandemia por el covid-19 obliga a repensar algunos problemas importantes para el transporte por carretera, ya que no hay que olvidar la dimensión social y las especificidades de las pequeñas empresas.
A pesar del apoyo al medio ambiente, que ha llevado a importantes esfuerzos a pequeñas y medianas empresas, se debe intentar que éstas reciban incentivos financieros y fiscales para lograr una movilidad con bajas emisiones. La estrategia de la UE debe acompañar y apoyar a las PYME en este camino. Y además es imprescindible que los requisitos obligatorios en la legislación medioambiental para las empresas de transporte y vehículos industriales vayan de la mano de los avances tecnológicos reales disponibles de forma amplia, viable y generalizada en el sector.
Asimismo la UETR considera que los principios de “el usuario paga” y “el que contamina paga”, debe aplicarse a todos los usuarios, no sólo a los transportistas, y lo recaudado debe destinarse a reinversiones en infraestructura y apoyo a las empresas, objetivos que aún están lejos de lograrse.
La UETR identifica varios desafíos para los próximos 10 o 15 años como es el mejorar el atractivo de la profesión y garantizar las condiciones laborales. Garantizar unas condiciones armonizadas en toda la UE; garantizar unos precios justos y una competencia leal y evitar el dumping social; analizar el impacto de las tendencias tecnológicas en el sector y sus aspectos legales o, por último, abordar un plan de contingencia Covid-19 para las pymes europeas del transporte.
Según la UETR, “las empresas de transporte necesitan que los procesos se activen sin demora cuando sea necesario, siguiendo un plan de gestión de crisis claro, preciso y compartido, sin un mosaico de reglas y medidas en diferentes Estados miembros, sino de coordinación entre todos. Las empresas de transporte por carretera necesitan certeza e igualdad de condiciones”.