Un solo caso de COVID-19 dinamita la logística del mayor fabricante de automóviles del mundo

Golpe de gracia a la industria automovilística. Mientras fabricantes de todas partes del mundo luchan contra la falta de componentes, Toyota se ha convertido en el principal testigo de cómo, en cuestión de un mes y a raíz de un único caso positivo de COVID-19, una cadena de suministro internacional puede verse sacudida.

El ‘efecto mariposa’, que ha trasladado sus consecuencias desde un individuo a todas las líneas de fabricación de la firma japonesa, comenzó precisamente en el sudeste asiático. Ahí, a principios de agosto, un trabajador de una fábrica cercana a Hanoi dio positivo por COVID-19. El 4 de agosto, los funcionarios provinciales suspendieron el trabajo en la planta.

Al otro lado del océano, Kazunari Kumakura, director del grupo de compras de Toyota Motor, observaba cómo uno de sus proveedores clave, encargado del ensamblaje de cables que asegura el funcionamiento interno de sus vehículos, tenía que frenar su actividad.

Finalmente, incapaz de asegurar una serie de piezas, incluidas las de la fábrica clausurada de Vietnam, además de la escasez de chips procedentes de Malasia, Toyota sucumbió.

Adiós a la producción

El fabricante de automóviles número uno del mundo sorprendía al mercado al anunciar que recortaría su producción en septiembre en un 40 por ciento, comparando las cifras con los planes de fabricación previstos.

Ahora, Toyota se enfrenta al desafío de asegurar las piezas y recuperar la producción perdida a tiempo para satisfacer un nivel de demanda mundial que agota el inventario.

Cuestionamientos por parte del sector

En términos generales, el ‘efecto dominó’ que finalmente derribó una de las cadenas de suministro mejor mantenidas del mundo ha provocado, como recoge Bloomberg, preguntas más profundas sobre si las estrategias de la industria automotriz, centradas en priorizar la eficacia y mantener un inventario mínimo, perdurarán en un mundo pospandémico.

Así, la pregunta que queda es si esta interrupción de la cadena de suministro provocará un cambio a largo plazo en las operaciones de Toyota y otros fabricantes.

Llamada a la calma

Dado el pánico generado por la expansión del virus, agravado por la aparición de la variante Delta, Toyota se ha visto en la necesidad de lanzar un comunicado disculpándose por la “ansiedad y preocupación” que esta noticia ha podido generar.

En esta línea, a pesar de que confirman que todas las ubicaciones de la compañía son susceptibles de albergar algún caso positivo, Toyota sostiene que está implementando “activamente medidas para prevenir una mayor propagación”, manteniendo su compromiso de proporcionar actualizaciones oportunas “según requiera la situación”.

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