Reducir la huella de carbono bebiendo cerveza: la última propuesta de Heineken

El reto de la última milla ha desatado la capacidad de inventiva de numerosas empresas. La última en sumarse a este desafío ha sido Heineken con el que, en sus palabras, se trata del primer tanque de cerveza eléctrico del mundo. La idea de la cervecera es que consumir su marca contribuya a reducir la huella de carbono del sector hostelero.

Si bien por el momento esta iniciativa solo ha llegado a las calles de Ámsterdam, Heineken ha anunciado el estreno de sus nuevos vehículos de reparto eléctricos de una manera muy curiosa y llamativa. En resumen, no se trata de un camión estándar con la configuración de caja trasera habitual destinada a cargas mercancía, ya que cuenta con un inmenso tanque cilíndrico destinado a almacenar la cerveza en bruto.

De elaboración verde a transporte verde

Tras dar a conocer, en agosto de 2020, que toda su cerveza para el mercado holandés se realizaría de manera 100 por cien sostenible, para Heineken, sumar el transporte se ha convertido en un hito histórico.

Así, desde la fábrica de cerveza en Den Bosch, un gran camión que transporta 200 hectolitros de cerveza fresca se dirige a las afueras de la ciudad. Allí, se bombearán 30 hectolitros al camión-tanque de cerveza eléctrico, que abastecerá en silencio y con cero emisiones.

Una vez vacío, el camión repostará con energías verdes en las afueras de la ciudad para continuar su viaje hacia el corazón histórico de la ciudad. Los nuevos camiones son mucho más ligeros que sus predecesores y cumplen con el estándar de hasta 7,5 toneladas para proteger muelles y puentes.

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