Hasta 400 barcos, incluyendo portacontenedores y petroleros que no habían podido navegar por el Canal de Suez durante una semana, han comenzado a calcular el coste de paralizar sus cargas durante casi 150 horas. Inicialmente, la industria prevé unos 21 millones de euros en retrasos, que no podrán recuperar porque sus pólizas de seguro no los cubren.
Los buques, apuntan desde Reuters, suelen tener varios tipos de seguros, que incluyen la protección e indemnización para reclamaciones por contaminación y lesiones.
Sin embargo, Claudio Blancardi, director de la aseguradora de barcos Nordic Marine, ya lanzaba el primer aviso: “los seguros suelen excluir la pérdida de beneficios o los gastos incurridos por retrasos”.
Así, si bien se ha estimado que los gastos diarios han alcanzado entre los 10.000 y 15.000 euros por día y barco, las previsiones de recuperar dichos márgenes se antojan complicadas para una industria en plena crisis de capacidad.
Suma y sigue
Aparte de los propietarios de los buques, los fletadores de los barcos que alquilan la infraestructura por un periodo prolongado tampoco podrán reclamar pérdidas, haciendo que estos también tengan que asumir los costes.
Estos gastos incluyen costes adicionales de combustible, días perdidos o viajes incompletos, así como los suministros adicionales que han sido necesarios para mantener las embarcaciones y sus tripulaciones durante las seis jornadas.
La mercancía también tendrá que pagar
Al igual que el resto de las embarcaciones, algunos expertos apuntan a que es posible que los propietarios de la carga en el buque portacontenedores Ever Given u otros buques retrasados en el Canal de Suez tampoco estén cubiertos por el seguro.
Así lo señalaba la aseguradora Marsh, cuyo director marítimo y de carga apuntaba que “por lo general, si se envía algo que no sea carga perecedera, no se suele pagar un seguro que cubra los retrasos”.
A la espera de recuperar los flujos de tráfico habitual en el Canal, que garanticen la estabilización de los precios y la disponibilidad de los contenedores, los diferentes actores de la cadena de suministro global siguen echando cuentas sobre la huella que este incidente tendrá en su opertativa y sus resultados financieros.