Las estaciones de servicio apoyan el fondo, pero critican las formas de la Ley de Cambio Climático

El volumen de venta de combustibles fósiles no debe ser el criterio para instalar cargadores eléctricos o electrolineras.

La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, CEEES, ha aplaudido la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética; LCCTE, el pasado día 8, una norma que contribuirá a que España alcance la neutralidad climática en 2050; sin embargo, también ha planteado sus objeciones.

No obstante, CEEES considera que el texto es manifiestamente mejorable y confía en que tras su paso por el Senado se incorporen modificaciones que contribuyan a avanzar de un modo eficaz hacia una economía baja en carbono. Según la asociación de empresarios de estaciones de servicio, la LCCTE fía el descenso de las emisiones de CO2 a una electrificación masiva del parque automovilístico español. Pero según un comunicado de la CEEES, los resultados finales “no se trata sólo de palabras, sino de hechos concretos”; de hecho, ha señalado la asociación, se ha apoyado “el despliegue de una amplia y tupida red de infraestructuras de recarga”.

Pero “la electromovilidad no puede ser el único camino en la lucha contra el cambio climático, tal y como parece que pretende el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico” señalan los empresarios. “El futuro será multienergético y las estaciones de servicio dispensaremos la energía que nos demanden nuestros clientes” por lo que se señala “es necesario que los consumidores cuenten con diferentes opciones para protagonizar una movilidad sostenible, especialmente en zonas rurales y en aplicaciones profesionales del transporte”.

Para conseguir este objetivo, CEEES propuso a las formaciones políticas con representación parlamentaria una serie de enmiendas que no han sido aceptadas en el Congreso. Los cambios sugeridos por CEEES tenían como objetivo el despliegue de una red suficientemente mallada de infraestructuras de recarga, siempre que su instalación no dependa del volumen de venta en las estaciones de combustible fósiles, sino con criterios “como la ubicación o proximidad a las poblaciones, o la proporción de venta exclusivamente de gasolina”. “Seguir el criterio del volumen de ventas servirá sólo para poner chinchetas en el mapa y caer en la autocomplacencia, sin lograr la instalación inmediata de puntos de recarga en las zonas que más lo necesitan”, ha señalado CEEES.

A la espera de que estas y otras aportaciones se puedan incorporar durante la tramitación de la Ley en el Senado, Jorge de Benito, presidente de CEEES ha indicado que espera que “el Senado nos escuchará y se decidirá a iniciar ya hoy la transición energética que nuestro país está llamado a protagonizar: una transición inclusiva y justa, que no deje a nadie atrás”.

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