La nueva normativa de motores en el sector de la manutención: ¿ángel o demonio?

El 30 de junio se acaba la prórroga. El periodo de gracia de concedido por la Unión Europea para la entrada en vigor de la nueva normativa de motores, que afectará irremediablemente al sector de la manutención, llega a su fin. Con los cambios a la vuelta de la esquina, las dudas afloran en el sector de la logística.

Sin embargo, esta noticia no pilla de nuevas a nadie ya que, como apunta Íñigo Aguirreburualde, estamos avisados desde 2016. “La Comisión Europea no ha sido mala, nos ha dejado tiempo para adaptarnos, pero, como sucede siempre, se han dejado las cosas para última hora”.

Como ya adelantaba el ingeniero de homologaciones de IMD Ingeniería durante el I Encuentro del sector de carretillas celebrado el pasado 3 de diciembre, bajo la denominación 2016/1628, el nuevo documento “cambia el chip de los últimos 23 años” pero, ¿cómo ha percibido este cambio el sector? ¿Qué riesgos toca asumir? ¿Hasta qué punto cambiará la situación?

Así cambian los motores

Filtros antipartículas y sistemas de reducción catalítica son solo algunos de los cambios previstos en la nueva normativa. De manera similar a lo que le sucedió “al euro de los coches”, el sistema se está implantando en base a una progresión en los requisitos de emisiones. Sin embargo, este primer incremento no ha afectado en demasía a los cambios a implementar, sobre todo en los vehículos con motores más pequeños.

Con respecto a cómo este cambio puede afectar al usuario, Aguirreburualde señala que “a día de hoy realmente no repercute sobre ellos”, más allá de ver un cambio de dígito en la TITV, donde en el campo V.9 pasará a indicarse de fase III a V.

¿Amenaza u oportunidad?

Profundizando en el impacto que la entrada en vigor de la nueva norma va a tener sobre el sector de la manutención, Antonio Olivé, area sales manager de Ritchie Bros., plantó la semilla del debate durante el encuentro virtual organizado por Ricardo J. Hernández, del área de Logística de C de Comunicación y José Luis Torres, fundador de Cedecar y Unicar Import.

En una reflexión sobre el impacto previsto de esta evolución regulatoria, Luis Aranda, director comercial de Cedecar y Unicar Import, dejó claro que los cambios tendrán un reflejo económico que, al encarecer los productos, “deberá revertir parte de esta subida a la distribución y el cliente final”, fijando también parte de la incertidumbre en qué sucederá con los cambios en el mantenimiento.

Apoyando a su contertulio, Miguel Manzano, director comercial adjunto de Carretillas Mayor, ha matizado que “los fabricantes, con estos desarrollos, han invertido, lo que ha supuesto que el cliente final tenga que estar preparado para asumir un incremento en los precios del producto”.

Por su parte, Ignacio Lanzadera, business development manager de JCB Maquinaria, ha resaltado el “peligro del buenismo detrás de estas iniciativas”. Así, el alto cargo ha querido matizar que en realidad “el que no contamina paga, porque tenemos que asumir que los vehículos sean más caros, además de las modificaciones a aplicar”.

En esta línea, asegura, “ser tan limpios con los equipos limitará la salida de los mismos a terceros países que no lo son y que, de forma habitual, hacen uso de combustibles de baja calidad”.

Para Olivé, sin embargo, “si bien la nueva regulación limitará las exportaciones”, matiza, “generará nuevas oportunidades en mercados como el europeo”.

Cerrando el debate, todos los expertos han apuntado que, aunque la llegada del cambio en la normativa solo puede ser evaluada en una escala de grises, hacen falta medidas que incentiven la adopción de los nuevos criterios, como bonificar el uso de maquinarias con estos motores a la hora, por ejemplo, de adjudicar proyectos públicos.

NOTA: Durante el mes de abril podrá conocer todas las conclusiones, así como la explicación detallada de los cambios a implementar y las preguntas de los asistentes al encuentro, en el número 61 de Cuadernos de Logística.

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