Vivimos en la era de las cadenas de valor globales donde todo está interconectado con proveedores de diferentes niveles y situados en cualquier parte del mundo. Con China como primer fabricante de suministros tecnológicos a nivel mundial y, tras el estallido de la COVID-19 en Wuhan, dichos productos comenzaron a escasear. Los puertos se tuvieron que cerrar debido a los protocolos de seguridad y las compañías navieras comenzaron a realizar viajes con carga reducida. Esto supuso un grave problema de recepción de mercancías producidas en China con el consecuente incremento de precios y la ralentización en los procesos de la cadena de suministro. Para evitar problemas mayores, los servicios ferroviarios se hicieron cargo de aquellas mercancías que el transporte marítimo no podía proporcionar. Con el paso de los meses, China comenzó a recuperarse, pero surgieron nuevos focos de COVID-19 en otros lugares del mundo. Loque provocó un cambio en los comportamientos de los consumidores, nuevos cierres portuarios y mercancías apiladas en los almacenes.
Una de las principales lecciones aprendidas con la crisis sanitaria es que la digitalización es fundamental para proporcionar una mayor visibilidad, una mejor integración en la cadena de suministro y una automatización de los procesos. Se trata de un proceso clave necesario para la futura gestión de operaciones en el sector logístico.
Beneficios de la digitalización en la planificación logística
En escenarios disruptivos, las empresas deben reaccionar con un plan estratégico sólido, pero la realidades que algunas empresas siguen operando con lápiz y papel o con sistemas informáticos anticuados y obsoletos. Cuando se producen contratiempos es cuando se apresuran a ponerse al día. Por ello, si se contemplan determinados escenarios con antelación, se puede obtener una ventaja competitiva, pero el abanico de opciones es muy reducido si solo se dispone datos limitados. Y, por sus características, el sector logístico debe guardar un gran volumen de datos referentes a registros de envíos, clientes, carga, empleados, restricciones legales de países, etc.
En momentos críticos como la pandemia, la digitalización refuerza la visibilidad y permite reaccionar con mayor agilidad. La opción de tener la información a mano, de colaborar con los clientes y con su red, de comprender la situación a medida que se desarrolla y de disponer de una plataforma común, permite tomar decisiones rápidas e inteligentes cuando se producen interrupciones importantes. Es necesario verlo que está pasando en tiempo real y evaluar rápidamente el impacto que puede tener en el negocio y empleados.
Las compañías deben ser capaces de responder a preguntas tan habituales como; ¿dónde están las mercancías que han quedado retenidas en las fronteras o los aeropuertos cerrados?¿cuántos barcos se deben dejar en el mar y qué tipo de tarifa se debe ofrecer a los clientes?¿cómo reajustar los horarios del personal para cumplir la normativa sanitaria? La capacidad de procesar rápidamente información compleja es esencial para que las empresas de logística puedan manejar cualquier situación imprevista y la digitalización es la única forma que lo puede proporcionar.
La planificación de la mano de obra es otro de los retos en esta industria, tanto en los buenos como en los malos tiempos. Gracias a las herramientas digitales, se puede obtener una visión completa de toda la información referente al personal (horas trabajadas, planes de compensación, tipología de contratos, etc) y personalizarla. Cuando es posible satisfacer este tipo de demandas, el ambiente de trabajo es mucho mejor y, en consecuencia, se obtiene una mayor productividad y beneficio para los clientes.
Elaborar nuevos planes estratégicos para grandes empresas de este sector es muy complejo, ya que manejan plantillas de empleados muy diversas (cada vez más más reducidas),normativas laborales muy exigentes y los protocolos de salud y seguridad son cada vez más duros. La pandemia ha obligado a las empresas a adoptar un enfoque estratégico diferente, con nuevas inversiones en tecnología y reducción de costes en otras partidas. La adopción de tecnologías digitales es una necesidad clara, pero las empresas tienen que ser más creativas en cuanto a la forma de aplicarla.
Estar preparados
El espectro de soluciones y escenarios logísticos sigue cambiando a medida que imaginamos un mundo post-COVID. Siguen existiendo interrogantes en torno a la reaparición del servicio ferroviario o a la forma en que se realizan entregas por comercio electrónico, que ayudaron a mantener la economía a flote durante la pandemia.No sabemos cuál será el próximo desastre, ni cómo afectará a la industria logística. Pero sabemos que aquellas empresas que inviertan en tecnologías digitales estarán mejor posicionadas para optimizar sus planes y hacer que su cadena de suministro sea robusta, flexible y resistente.
Colaboración exclusiva elaborada por Nicolas Loupy, Director General de Dassault Systèmes para España y Portugal, para la revista Todotransporte.com