Para que el transporte de mercancías por tren en España tenga éxito, los expertos lo tienen claro: debemos copiar a Estados Unidos. Esta es la principal conclusión de la conferencia ‘Los ferrocarriles de mercancía en Norteamérica. Estructura y Mercados. ¿Alguna aplicación en Europa?’, donde ha quedado patente la necesidad de crear una industria integrada verticalmente, de forma que la misma compañía ferroviaria privada gestione la explotación y la infraestructura, como sucede con el gigante americano.
En Estados Unidos la misma compañía es la dueña de la vía del tren, del derecho de paso sobre la misma, de las locomotoras, de la mayor parte de las terminales donde trabaja y de gran parte de los vagones.
“Estar integrados verticalmente es fundamental para entender el éxito de las empresas ferroviarias privadas en Estados Unidos. Si separas la operación de los trenes de la propiedad de la infraestructura se rompe la dinámica inversora que necesitas para tener un sistema ferroviario autosuficiente, sin necesidad de intervención o de subvenciones del Gobierno”, destaca Robert E. Martínez, director de la Secretaría de Transporte e Intermodalidad durante el Gobierno de George H. W. Bush y ex vicepresidente de Norfolk Southern.
A diferencia de España y del resto de Europa, donde los ciudadanos financian, a través de impuestos, gran parte de las infraestructuras ferroviarias para mercancías, en Estados Unidos son las empresas ferroviarias privadas las que cubren el coste real de su desgaste.
La importancia de la Unidad de Intermodalidad en España
“Durante los últimos 20 años, el ferrocarril de mercancías en España ha sufrido un proceso continuo de decadencia que a nuestro sector tampoco le beneficia ya que cuanto más eficiente sea el transporte de mercancías por tren más podremos seguir avanzando en la intermodalidad para conseguir un «maridaje» rentable para ambas partes”, señala Ramón Valdivia, director general de ASTIC.
“Debemos recordar que fueron precisamente los transportistas del transporte por carreta, a través de ASTIC, los mayores impulsores del transporte combinado ferrocarril-carretera con la creación de Combiberia en 1992. Curiosamente y desde aquella fecha, esta compañía ha conseguido una cuota relevante en el transporte combinado español; creciendo durante todos estos años mientras que el ferrocarril de mercancías en nuestro país no ha parado de perder cuota”, subraya José Víctor Esteban, secretario general de Fundación Corell.
“Desde ASTIC y UOTC llevamos años alertando al ministerio de la necesidad de crear una Unidad de Intermodalidad dentro de su estructura para optimizar la decadente situación actual de la intermodalidad terrestre ferrocarril-carretera en España», explica Antonio Pérez Millán, presidente de UOTC, miembro del comité ejecutivo de ASTIC y consejero delegado de Combiberia.
¿Cómo puede aplicarse el modelo estadounidense en España?
“En España sería complicada una privatización completa del suelo junto con la red, pero quizás sí se podría aplicar el modelo mexicano: entre 1995 y 2000 en México se privatizó FNM (Ferrocarriles Nacionales de México), lo que hoy es Kansas City Southern de México y Ferromex, a través de un sistema de concesiones de 50 años con una renovación casi automática, facilitando el control casi completo del suelo a los concesionarios. En España ya se tiene una gran experiencia con el modelo de concesiones en autopistas que, por cierto, fue más avanzado que el norteamericano”, indica Martínez.
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