En medio de una disputa por los daños financieros generados por el bloqueo del Canal de Suez, las autoridades egipcias han incautado el megabuque Ever Given, así como los 20.124 contenedores de mercancía que transporta, a la espera del pago de los 900 millones de dólares que se requiere a la compañía propietaria del buque en compensación por las pérdidas generadas.
Mientras la tripulación, unos 25 ciudadanos indios, permanece a bordo, Osama Rabie, presidente de la Autoridad del Canal, ha señalado que esta cifra, cercana a los 750 millones de euros, cubriría los costes de reflotamiento y mantenimiento del barco, asegurando que la incautación ha sido respaldada por el tribunal de Ismailia.
De esta manera, desde el Canal de Suez se emitió un informe sobre el encallamiento, presentando la solicitud para la incautación del buque, a modo de ‘fianza’, hasta que se pague las compensaciones reclamadas.
Una decisión “extremadamente decepcionante”
Por su parte, el proveedor de soluciones marítimas, Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM), los gerentes técnicos del buque incautado, han asegurado sentirse “extremadamente decepcionados con la decisión de la Autoridad del Canal de detener el buque”.
“Desde el principio BSM y la tripulación a bordo han cooperado plenamente con todas las autoridades, incluidas la SCA y sus respectivas investigaciones sobre la puesta a tierra. El objetivo principal era una rápida resolución del asunto que permitiera al buque y su tripulación salir del canal”, aclara.
Sin embargo, si bien el buque ha sido declarado apto para su posterior paso a Port Said, donde debía ser evaluado nuevamente para partir a su destino final, Rotterdam, el reinicio de su ruta deberá esperar hasta que finalmente se llegue a un acuerdo entre la Autoridad del Canal de Suez y Shoei Kisen Kaisha Ltd, propietaria del Ever Given.
En proceso de investigación
La embarcación, actualmente ubicada en el área de Bitter Lakes, quedó encallada el pasado 23 de marzo y fue finalmente reflotada el 29 del mismo mes. Mientras, continúan las investigaciones por parte de las autoridades egipcias sobre las causas de un suceso que causó un atasco sin precedentes en una de las rutas comerciales más transitaras, provocando la paralización de bienes por valor de 9.500 millones de euros diarios.