La medida de Australia, India y Japón para establecer una iniciativa que “fortalezca la capacidad de recuperación de la cadena de suministro en la región”, en lo que ha sido considerado un esfuerzo por reducir la dependencia de China, ha sido criticada por Beijing como un programa “artificial” que “podría alterar la economía mundial”.
Lanzada de forma oficial el pasado martes, la Supply Chain Resilience Initiative (SCRI) pretende desarrollar nuevas cadenas de suministro formadas a partir de proyectos comerciales conjuntos entre las tres partes, que reconocieron que la pandemia había “revelado vulnerabilidades de la supply chain a nivel mundial y regional”.
Al respecto, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, ha aclarado que “el impulso para promulgar un programa de cadena de suministro artificial no será favorable para la estabilidad de la cadena de suministro industrial global, ni para la recuperación de la economía mundial”.
Desde su punto de vista, y apelando a los países involucrados, China ha solicitado que “se respete la economía de libre mercado y las reglas comerciales”, eso sí, siempre y cuando se lleven a cabo actividades que sean beneficiosas para la confianza mutua a fin de lograr una economía global, sostenible e inclusiva.
¿Qué es la SCRI?
El SCRI tiene como objetivo reducir la dependencia de China en medio de la probabilidad de que se repitan los sucesos vividos por las cadenas de suministro en la región del Indo-Pacífico en medio de la pandemia.
El acuerdo busca aprovechar los marcos bilaterales existentes como el Plan de Acción de Resiliencia Económica Asean-Japón y la Asociación de Competitividad Industrial India-Japón y atraer inversión extranjera directa a la región.
Los proyectos iniciales de la iniciativa incluyen el intercambio de mejores prácticas y la realización de eventos de promoción de inversiones destinados a la diversificación de la cadena de suministro.