Coincidiendo con el Día Mundial del Medioambiente, que se celebra hoy sábado 4 de junio, la Asociación de Transporte Internacional por Carretera, Astic ha emitido un comunicado en defensa del transporte y que trata de reparar la imagen de un sector muy criminalizado.
ASTIC señala que el transporte pesado de mercancías por carretera representa solo el 4,5 por ciento de las emisiones totales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) provenientes de la actividad humana en la Unión Europea. Por ello, la asociación ha decidido analizar qué medidas se están llevando a cabo para reducir el impacto medioambiental de un sector clave para la economía mundial.
Según la asociación, hace más de una década, el transporte profesional por carretera está implantando unas transformaciones en su gestión empresarial y logística para reducir la emisión de GEI, que engloban, entre otros, el dióxido de carbono (CO2), que representa el 80%, el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) o el ozono (O3). Algunas de ellas son la inversión en vehículos de mayor eficiencia energética; la formación de sus conductores en habilidades de conducción económica o la apuesta por la alta tecnología para optimizar la planificación de rutas con el fin de minimizar tiempos muertos y recorridos en vacío.
«Todas estas medidas han conseguido que los nuevos vehículos que las empresas transportistas incorporan a sus flotas hayan disminuido sus emisiones de CO2 en los últimos diez años más de un 20 por ciento por cada tonelada-kilómetro producida», ha explicado Ramón Valdivia, director general de ASTIC.
En España, el 95% del movimiento terrestre de mercancías se realiza por carretera a cargo de algo más de 100.000 empresas operando cerca de 360.000 vehículos, frente al 75% que se registra de media en la UE. Este sector aporta cerca del 5% al PIB español y da empleo a más de un millón de trabajadores (más de 520.000 son directos). España es el segundo país de la UE que realiza más transporte internacional de mercancías por carretera con una cuota de mercado del 16%, solo superado por Polonia.
“El papel estratégico del sector se ha puesto de manifiesto de forma más clara durante la pandemia cuando nuestros transportistas siguieron trabajando, poniendo su salud en riesgo, para abastecer de alimentos, medicamentos y otros bienes esenciales durante los confinamientos más duros; lo mismo que sucede ahora” ha recordado Valdivia.
Astic, junto a socios estratégicos como la Unión Internacional de Transporte por Carretera, IRU, acaban de anunciar un Pacto Verde que fija una hoja de ruta clara para que el sector reduzca sus emisiones de CO₂ en, al menos, 3.000 millones de toneladas anuales», destaca el directivo de la patronal española del transporte internacional por carretera.
En 2018 la Comisión Europea empezó a trabajar en la primera normativa sobre emisiones de CO2 aplicada a vehículos pesados: en 2025 el vertido medio de los camiones nuevos tendrá que ser un 15% más bajo que en 2019 y para 2030 se propone un objetivo de reducción de, como mínimo, un 30% con respecto a 2019.